Llega  mayo y  muchas mesas argentinas se visten  del tradicional asado, las empanadas criollas, el locro, la humita, el puchero, la carbonada, los pastelitos de membrillo, los alfajorcitos de maicena y  las tortas fritas. 

Muchas de estas costumbres nos llegan desde los primeros años de la conformación del Virreinato del Río de la Plata cuando se fusionaron las tradiciones indígenas con las costumbres españolas, dando lugar a las elaboraciones criollas. 

      El origen de las tortas fritas es alemán, pero se cree que llegó al Río de la Plata de la mano de inmigrantes españoles y árabes. Estos últimos llamaban “sopaipilla” a esta torta, que a su vez proviene del germano Suppa y significa “pan mojado en líquido”. 

     En Alemania estas pequeñas tortas se conocen como Kreppel; por eso en los lugares latinoamericanos que tienen una gran colonia alemana, las tortas fritas se conocen con ese otro nombre. 

     Es  torta frita  en Argentina y Uruguay , sopaipilla en Chile y región argentina de Cuyo,  cachanga  en el Perú o chipá cuerito en el noroeste argentino  , de cualquier nombre que se presente, la consideraron y la consideramos parte de la gastronomía tradicional.  

   Hoy, para homenajear a nuestros revolucionarios patriotas elaboraremos TORTAS FRITAS , para luego entre mates reflexionar si en la actualidad existen  en nosotros ideas revolucionarias, ideas que cambiarían nuestras vidas y la de la comunidad en la que nos encontramos inmersos.