FUNDAMENTACIÓN: 

   “Alabado seas, mi Señor, cantaba  San Francisco de Asís". En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como madre bella que nos acoge entre sus brazos”, son las primeras palabras de la reciente Encíclica Laudato Si, del Papa Francisco. 

   Nos habla del planeta que habitamos los 7.325 millones de individuos llamándolo “nuestra casa común” y exhorta tanto a los gobernantes como a los ciudadanos a un cambio de mentalidad frente a la naturaleza de la que todos formamos parte. Necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana. No hay fronteras, ni barreras políticas o sociales que nos permitan aislarnos, y por eso mismo tampoco hay espacio para la globalización de la indiferencia. 

   Cualquier cosa que sea frágil como el medio ambiente queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta. 

   Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos. Esta hermana (La Tierra) clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarlas. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y desbastada tierra que gime y sufre.  

  Necesitamos una solidaridad universal nueva. Se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios. Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades. 

   El Papa nos propone el modelo de San Francisco de Asís, y como él, acercarnos a la naturaleza y al ambiente abiertos al estupor y a la maravilla, hablando el lenguaje de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo. Tampoco no debemos olvidarnos los aportes de    la sabiduría ancestral para vivir  la ecología integral. A propósito la ultima declaración de los pueblos indígenas nos recuerda: "Q somos hijos e hijas de la Madre Tierra o Pachamama (en quechua),  que la tierra es un ser vivo del universo que concentra energía y vida, que cobija y da vida a todos, sin pedir nada a cambio; que es el pasado, el presente  y el futuro". Esta interpelación vuelve primordial despertar en las personas y comunidades una conciencia y sensible al cuidado responsable de la naturaleza como lugar sagrado que provoca sensiblemente el descubrimiento de Dios.  

   Atendiendo a este llamado, es que proponemos  durante el mes de junio realizar distintas actividades, desde la jornada de talentos organizada por preceptores, tutores, bibliotecaria y ayudante técnico. 

 En la actualidad hay numerosos ejemplos de personas y organizaciones que están empezando a trabajar en este camino, pero es necesario que dejen de ser la excepción y se transformen en lo corriente. Por eso, necesitamos del compromiso y participación de todos. Las posibilidades son infinitas, como reducir, reutilizar, reciclar, reforestar, respetar y rechazar el llamado al consumo. 

Diagnóstico Inicial 

¿Qué acciones podemos generar, a partir de las problemáticas ambientales que sufre nuestro planeta, para preparar y concientizar a los jóvenes promoviendo cambios que mejoren la calidad de vida? 

Meta Institucional